Un beso de amor
Cualquiera creería que esa joven soñó toda su vida con alguien que la deseara, con la primera cucharita, con el primer “Te amo”, con un primer beso que hiciera que todo lo demás del planeta parara para que solo quedaran ellos dos.
Blanca tenía a un verdadero hombre en la mira para cumplir su sueño de amor; un hombre que conocía la vergüenza, la verdad, la mentira y que poseía tanta experiencia en el amor como ella: nada. Todos los conocidos de Blanca sabían que un día ella se hartaría de seguir haciendo mal tercio entre su mejor amiga y su novio, ya que tenía que acompañarlos cada vez que quisieran juntarse para excusar a Elena porque su madre no la deja salir con muchachos.
El gran dilema de Blanca era que, ese maravilloso hombre el cual era el elegido para hacer realidad sus sueños, era el novio de Elena, con quien estaba solo por compasión.
Solo faltaba ver una ver más como Elena abrazaba a su príncipe azul para que Blanca colmara su paciencia, así que dio un paso adelante y dijo: “Tal vez el amor es más importante que la amistad”, tomó la mano de Ricardo y con la otra mano lo tomó de la nuca para plantarle en los labios lo que había deseado tanto tiempo con él: Un beso de amor