Aquí es cuando la cara de poker face te queda como guante: cuando te ves frente a tu pasado y no sabes que decir. Lo que fue tu realidad te habla te pregunta cosas, se ríe, todo igual que siempre, como si no se diera cuenta de que tú ya no eres la misma niñita de antes. No fue capaz de abrir los ojos antes para verte bien y ahora que eres notoriamente diferente tampoco puede.
Me quedo en el paradero asiéndome la imbécil, sabiendo que podría dar un paso hacia atrás y volver a lo que me dejó a la deriva, pero suponiendo que la micro llegará pronto para poder escapar de nuevo de lo que tanto me asusta, preferí quedarme donde estaba.
La única que me cae mal de todo el grupito me mira tratando de ser disimulada. No lo la odiaba pero podría echarle la culpa de toda mi perdida…pero no debo, porque ella no fue el único factor, la verdad es que ella no tiene la culpa. Aun así no voy a negar que ella esperaba que las cosas salieran como salieron.
Finalmente todos se despiden y se marchan, menos uno: el más importante. Podría quedarme como si nada esperando que él venga por mi, pero él no es como los otros. No va decirme nada si yo no avanzo primero. Sabía perfectamente que tendría que irme en la misma micro que él, así que decidí hablarle de todas formas. Él cree que yo me exilié a propósito. Es obvio que no sabe como fueron las cosas y lo más probable es que el resto tampoco. Me temblaban las piernas de los nervios, así que no fui capaz de decirle que llevo tratando de comunicarme con ellos desde hace 9 meces, pero tal vez sea mejor así, sin decir nada.